TENÉS QUE HACER UN LIBRO.
» He bajado sollozando hasta los negros subterráneos…»
( Entre el nicho y la cesárea-Schwenke y Nilo)
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Me ha sucedido estas últimas semanas que te encuentro en todos lados agazapada, mirándome de manera furtiva. Tal vez crees que no me he dado cuenta de que estás ahí, allá y acá siguiendo mis pasos, esperando. Simplemente esperando porque sabes que tal vez, tal vez, con todo el tiempo y cancha a tu favor puedas anotarte otro tanto.
Te adivino en los escaparates, en las paredes y en cada molécula de aire que me envuelve en este invierno interminable; en el espejo indiferente que me devuelve la mirada del tipo que soy o quien creo ser: » like black holes in the sky» como cantan los Floyd.
Maldita puta. No me pierdes el rastro a pesar que creí con fervorosa humildad me habías olvidado; que con…
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¡Jodida época, bro!
Cuando la miro por el retrovisor y tomo conciencia del túnel en que estaba metido, me cuesta creer hasta dónde llegué. Bueno, todo eso me sirvió para recuperar lo que quedaba por vivir y aprovecharlo hasta la última gota y dejar de andar dándole a las cosas más importancia de la que realmente tienen.
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Antes que nada. Es grosero decirle al visitante «estás comentando demasiado». Solo quería hacer una pregunta corta que se me ocurrió después. Por eso la gente no te quiere.
Yo a los 50 andaba muy bajoneado al sentir que había entrado en la última etapa de la vida. Después me di cuenta de que es la penúltima. Ahora a los 61 me siento bien físicamente y, como habrás notado, mi brillantez sigue intacta.
Yo ando pasando por el mismo proceso que describís. El intento de estafa de mi hermana me reanimó y salí al ataque. Primero quería ver correr sangre, después me fui estabilizando y me basta con aplastarla legalmente y arruinar el resto de sus días con la amenaza de hacerle un juicio penal. No me acuerdo cuánto te conté. Le hizo firmar un poder absoluto a mi madre cuando estaba discapacitada mentalmente. Abrió la sucesión de mi viejo e inscribió a mi vieja y a ella sola. No le avisó a nadie. Cuando abrió la sucesión de mi madre quedó como única heredera de dos casas (nada de lujo, clase media colpasada nomás). Le hizo firmar el poder a mi madre 4 años después de que se le diagnosticara cardiopatía dilatada, ya apenas le quedarían neuronas. Conseguí copia del diagnóstico hecho en 2003. Me dijo mi abogada que no me meta en un penal, que mi madre no fue declarada discapacitada y que habría que probarlo… Juego de niños. El difunto esposo de mi hermana volvía al pueblo una madrugada de 2007, se cruzó de carril, se mató y mató a 2 que salían para llevar un caballo al hipódromo de Buenos Aires. Sus viudas estarían encantadas de conseguirme testigos del estado mental de mi madre. El máximo permitido de alcohol en sangre es de 0,5; él tenía 2,36. Me enteré en Google, ¿podés creer? Es excesiva libertad de expresión publicar expedientes judiciales.
Pero no me voy a meter en esa. Voy a aprovechar el patadón en el cerebro que me dio el tema de la sucesión para hacer cosas agradables. Mi cerebro en sueños MUY intensos empezó a hacer una revisión y empezaron a aparecer cosas y gente que tuve bloqueadas por año. En 12 años no soñé con mi madre. Ahora soñé con ella un par de veces hasta llegar a soñarla en el ataúd.
Kuri, tuviste varias vidas en una. No te entregaste y seguiste peleando para llegar a la isla que tenés ahora. Los dioses a veces son justos.
Que sigas disfrutando de la vida.
Un abrazo fuerte,
Jorge
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